Testimonio de Jhoffer Racines después de un taller de clown (nov. 2023, Cali, Colombia)  

La mesa con una vela y unas narices rojas era, el altar de un lugar santo: donde el gesto, la acción y el movimiento era el mapa que señalaba la búsqueda de un tesoro escondido.

Todo inicia con la respiración y una canción de fondo. Se siente en la atmósfera que el momento es delicado, es bonito, es sincero, es atemporal y único. No se volverá a sentir o a repetir lo vivido. Asi es la acción de clown, única e irrepetible.

La voz y la palabra te conducen de la mano para dar los primeros pasos. Sentir y hacer poco.

La protagonista que es la Nariz Roja, no se le obliga, se le escucha, donde no se le impone, se le deja ser, donde no se juzga, se le ama.

El juego, genera la confianza para que ella se sienta viva, para que ella se presente y muestre su divino color. Ese color vivo, llamativo, que índica: estar alerta activo siempre, un stop, para respirar.

¡Es el clown en el actor, no el actor en el clown!

Hasta que apareció ella tomada de la mano, donde la gratitud y el amor se veía reflejada en cada una de las narices de mis compañeros, cuando nunca hubo palabras de parte de nosotros.


En ese momento fuimos por un momento clown
A través de una mirada y su presencia.

Gracias Maestra por hacer de ese taller
Un momento único.

Con gratitud
Jhoffer Racines